Alguien dijo alguna vez que el arma más poderosa del planeta son las palabras, ya que pueden firmar la paz, o instaurar una guerra.
Ahora mismo no recuerdo exáctamente el nombre del autor de esta gran verdad, pero lo cierto es que en nuestro afán por superarnos día a día, por crear una sociedad más poderosa y fuerte, aún parece que no nos hemos dado cuenta del poderío de las palabras.
Lamentablemente, cada vez se usan menos las palabras. Tanto de forma escrita como hablada. No hay apenas comunicación, y menos entre los jóvenes.
Los niños de hoy en día llegan a sus casas con ganas de encender la televisión, de jugar a la play, la wii, la nintendo DS, la game boy, …. Pero pocos niños se sientan un rato junto a sus padres, para comentar qué tal les ha ido el día a ambos.
Es triste, pero es así. Yo no soy tampoco mucho más mayor, pero recuerdo, de pequeñita, que cuando salía del cole, mi madre iba a recogerme, y en el trayecto hasta casa le contaba todo lo que había hecho en el día. Además, cuando llegabamos a casa, merendábamos juntas y terminábamos de contarnos nuestro día.
Y esa es otra. Si veía la televisión, nunca jamás estaba sola. Ahí al lado estaban mis padres para examinar con detenimiento si lo que estaba viendo era acorde a mi edad.
Ahora nada es igual. La mayoría de los niños vuelven solos a casa del colegio, tanto si su casa está al lado, como si tiene que cruzar veinte semáforos, da igual.
Y la culpa no es completamente de los padres, puesto que estos están todo el día trabajando, para ganar un sueldo suficiente como para pagar la hipoteca, los gastos de la casa, la comida, la ropa, los estudios del niño,…
Vivimos en una sociedad de contínuo gasto. Una sociedad consumista que no se conforma con vivir bien, no. Tenemos que vivir siempre mejor.
Y es que no nos conformamos con nada, esa es la realidad. Todo nos parece poco, y siempre vamos a buscar más y más.
Quizás estamos queriendo crecer a pasos agigantados, y en nuestro afán por ser más y más grandes, nos estamos dejando muchas cosas en el camino. Una de ellas, la comunicación.
6 comentarios:
Oteaba Auer dijo...
Hola Sara!!...aqui vengo a devolverte la visita. Me alegró mucho verte por alli.
Cierto, las guerras empiezan en los despachos y nunca se sabe por donde desbordará el río que comienza a fluir...algo parecido con la falta de educación y valores básicos con que crecen los niños actualmente´
Bonito blog
Besos preciosa
Óscar Sejas dijo...
La sociedad avanza pero las personas se alejan. Es el cáncer del progreso, cada vez estamos menos unidos.
Sin embargo la palabra nunca podrán vencerla, es el único instrumento con el que podemos comunicarnos. Lo que sucede que esas palabras cada vez pueden ser más escasas hasta llegar a un punto en que nadie conozca a nadie.
Espero que no llegue nunca ese día.
Un saludo.
Dylan Forrester dijo...
Buen post. Las palabras tiene poder ya sea para edificar o para destruir. Debemos ser sabios y usarlas para bien.
Me gusta la manera como rompes el silencio con las palabras.
Espero regresar por aquí.
Un abrazo...
Luchida dijo...
Sobre consumismo se podría escribir muchísimo. Me gustaría decir que soy anticonsumista pero creo que mentiría porque ¿quién no ha comprado alguna vez algo simplemente porque era barato?. Eso sí, hay quienes lo son más y otros lo son menos pero en la sociedad en que vivimos ya se encargan los medios de hacernos creer que lo material nos hace felices... Menos mal que aún queda gente en el mundo que no se lo cree. ¿No?
Lycans Laqueus dijo...
No decir nada tb es expresar mucho. Colocar esdrújulas una detras de otra como soldados amargados con las espaldas en alto, puede destruir una ciudad entera.
Me gustó si si si si
un lobo incomunicado
Emig dijo...
Sabias palabras tus palabras... Coincido plenamente contigo y alabo este post porque esto SI es noticia, mucho más importante que el uso que hacen los medios de comunicación desde la palabra o imagen. Es importante porque, a mi entender, la palabra, la comunicación, son los cimientos de cualquier sociedad que se precie civilizada, sin embargo, llego a pensar que esta en la que vivimos se está volviendo "civilizada". Tu post, opino que habla claramente de una gran crisis que nos incumbe a todos, pero claro, los enfoques suelen ser siempre económicos, llenos de datos, porcentajes... números. Y en un asunto como el que has tratado, se manifiesta claramente una decadencia, a veces pienso que provocada, pues la carencia de los valores primordiales impele precisamente a esa decadencia. Incluso el uso de la palabra se está "modernizando" gracias a los correos electrónicos y el móvil...
En definitiva, mi felicitación por este post, cuya reflexión es preciosa y muy actual... desgraciadamente.
Saludos cordiales, Sara.